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¿Quién fue Francisco Jiménez de Cisneros?
Francisco Jiménez de Cisneros, es uno de los personajes más relevantes de la historia de España, una pieza clave para comprender fenómenos tan relevantes como la Reconquista y la llegada a América. Pero ¿Qué méritos tuvo en vida este cardenal? Fue regente de España en dos ocasiones, confesor y consejero de Isabel la católica, creador de la Universidad Complutense de Madrid en Alcalá de Henares, de donde saldrá la publicación de famosa Biblia políglota, un auténtica referencia literaria en el futuro. Encabeza la batalla de Orán, impulsa la reforma de la vida conventual de su época, o impuso como obligatoria la documentación censal por nombres y apellidos. Este año se celebra el quinto centenario de su muerte y para recordar su figura, se ha realizado la exposición «Cisneros, arquetipo de virtudes-espejo de prelados», que abrirá al público en la catedral de Toledo a finales de octubre y cerrará a finales de enero.
¿Por qué se llama calle “hombre de palo”?
La historia nos recuerda que en Toledo vivió el relojero de Carlos V, Juanelo Turriano, italiano de origen y creador de los más fabulosos inventos. Uno de ellos fue un mecanismo de madera con forma humana que podía moverse de manera autómata, y que recorría esta misma calle. Tanta era la sorpresa del pueblo, que se depositaba una moneda en una hucha que portaba tal ingenio. La leyenda se alarga diciendo que se movía como una persona, bajaba la cabeza como reverencia, o que incluso hacía recados al mismísimo Juanelo por toda la ciudad. Otras teorías menos movidas, indican que en realidad se trataba de una estatua también de madera, con una hucha o cepo que pedía limosna para el sostenimiento del Nuncio Viejo. La última versión, nos habla de un estafermo o figura de madera hincada sobre una peana fija, que tenía en una mano un escudo y en la otra un saco de arena, la costumbre al pasar era dar un golpe al escudo para que este curioso sistema se girase y diera con el saco a algún transeúnte despistado. Algo parecido tuvo que haber para dejarnos tan curiosa toponimia.
Los incendios del Alcázar.
Quitando la debacle de la guerra civil, este emblemático monumento ha sufrido tres incendios al menos que sepamos, en su historia más reciente. Por un lado esto le confiere un halo algo funesto, aunque es lógico pensar que una fortificación defensiva, haya soportado los embates de algunos conflictos armados en la protección de la ciudad. Siguiendo un sentido cronológico, los tres incendios documentados fueron los siguientes: en 1710 fue incendiado en la guerra de Sucesión por las tropas llamadas austracistas; en 1810 por los franceses en la guerra de la Independencia y finalmente, y de manera completamente accidental, en 1887 cuando ya cumplía la función de Academia Militar.
Imágen de la virgen de alfileritos en Toledo
Adosada tras la parroquia de san Nicolás, nos encontramos con una de las imágenes más pequeñas y a la vez más populares de todo Toledo. La hornacina contiene una pintura sobre madera de una “Mater Dolorosa”, es la virgen a la que aún hoy se le pide para encontrar el amor verdadero, ¿Cuál es su leyenda? Aunque hay varias, nos hacemos eco de aquella que nos cuenta la historia de una joven y humilde bordadora que trabajaba en la plaza de Zocodover y que por un despiste, se pincha por accidente en uno de sus dedos. La cosa se ponía fea porque además de la posible infección, los días no trabajados eran días no cobrados, y la situación familiar era bastante precaria. ¿Qué hacer? Rezar a esta pequeña virgen de la que era devota fue su solución, dejándole como exvoto un alfiler. A la mañana siguiente la bordadora estaba completamente curada y ni siquiera tenía marca de aquel percance. Como agradecimiento a aquella curación tan repentina, todos los días le iba a rezar entregando un nuevo alfiler como ofrenda. Con el paso del tiempo, y advirtiendo esta conducta, un apuesto y noble toledano se fijó en ella, surgiendo entre ellos un amor que según la leyenda, fue para toda su vida.
¿Cómo se creó el museo de El Greco de Toledo?
El museo de El Greco nace en el año 1911, en un momento histórico en el que se quería reivindicar la importancia artística de este ilustre toledano de adopción. Tuvo como principal patrocinador al marqués de la Vega-Inclán, mecenas español, impulsor del turismo cultural en nuestro país y que tiene en su lista otros proyectos como el museo del Romanticismo (Madrid), o el museo de Cervantes (Valladolid). El edificio se levanta en una antigua casa del siglo XVI, que se sabe nunca perteneció al Greco, y reúne obras de este autor, así como de su taller, donde destaca su mejor discípulo, Luis Tristán. Como mecenas y aficionado al arte, al día de hoy podemos disfrutar de una muestra de algunos de los cuadros del marqués de la Vega-Inclán, en esta que fue su mejor apuesta para Toledo.
¿Qué es la clepsidra?
La clepsidra fue un reloj de agua cuyo funcionamiento se basaba en un sistema de cubetas que se iban llenando y vaciando, éstas accionaban un complejo mecanismo de cuerdas, poleas y contrapesos que hacían las funciones de reloj, dando las horas tanto en el día como en la noche. Por este motivo también se le conoce como “reloj de luna”. Este fantástico invento fue una realidad en época de la taifa toledana de Al- Mamún, a mediados del siglo XI. El historiador Abu Bakr al-Zuhri, nos descirbe: ”al- Zarquel hizo dos grandes estanques en las afueras de Toledo, a orillas del Tajo, no lejos del sitio llamado Bab al-dabagin (puerta de los curtidores), haciendo que se llenasen de agua o se vaciasen del todo según el creciente y menguante de la luna”.
La leyenda del ángel custodio.
Aunque también existe un ángel custodio que da nombre a un famoso cigarral toledano, en esta entrada nos vamos a referir al ángel que protege desde lo alto la puerta de Bisagra, como un inmóvil y a la vez robusto guardián, que desde lo alto nos vigila empuñando una espada en su mano derecha. Cuenta la leyenda que la mismísima peste vino con el propósito de asolar Toledo y que este ángel le dejó entrar con la condición de que se llevara a tan sólo cuatro personas. Al marcharse la peste a los pocos días, dejó un reguero de más de cuatro mil muertos a su paso… El ángel sintiéndose engañado le pidió cuentas, tajante la peste contestó: “te hice caso, sólo me llevé a cuatro, créeme, todos los demás murieron presa del terror y el pánico”.