Corría el caluroso mes de julio y en ese momento comenzaba mi andadura como miembro de la Orden del Toledo Oculto (OTO) gracias a mis fratres, Julio César Pantoja y Gonzalo Rodríguez. Escogiendo una fecha simbólica, me quedaría con el 14 de julio, día en el que realizamos una fantástica ruta sobre la Mesa de Salomón y los Misterios Godos visitando el pueblo de Guadamur y la iglesia de Santa María de Melque junto al ilustre maestro Jesús Callejo.
Pues tiempo después, tras muchas rutas, presentaciones de libros, magníficas experiencias que nos ha dado el Toledo mágico y la España más desconocida, un servidor acudió con el corazón henchido de orgullo al programa de radio La Escóbula de la Brújula que dirige magníficamente Jesús Callejo. La temática del programa estaba clara: “Misterios muy Godos”. Las místicas sensaciones al llegar al estudio de Radio 4G y saludar al resto del equipo: David Sentinella, Carlos Canales, Marcos Carrasco y Carmen Fernández ya presagiaban que las próximas dos horas iban a ser muy especiales. Así, hablamos del origen del pueblo godo, que en gran parte es nuestro propio origen, del nacimiento del Reino Visigodo de Toledo, de la simbología sacra, de la vestimenta, de las armas, de los enigmas del arte gracias a la sección “El Taller del Pintor” con Marcos Carrasco y sin olvidarnos de los grandes reyes. Además, tuve la fortuna de compartir micro junto a nuestro amigo, Silberius de Ura, más conocido como Neonymus, con el que hemos realizado ya varias rutas-concierto que han pasado a los anales del Toledo Mágico. En 2015 repetiremos con el maestro de lo remoto…
Rápidamente y prácticamente sin pensarlo, las dos horas del programa pasaron volando. Síntoma del buen rato vivido… un gran regalo anticipado de Navidad…
Sin embargo, mi vínculo con La Escóbula no acaba concluido el año 2014, sino que el inicio de 2015 me traía algo muy especial: ¡un segundo programa con los amigos de La Escóbula de la Brújula! “Misterios muy, pero que muy Godos 2”. Se nos quedaron muchos temas en el tintero y la reacción de los oyentes fue tan buena que cuando Jesús y compañía me comentaron que si quería repetir, la respuesta fue inmediata… ¡por supuesto! De nuevo junto a Jesús, Marcos, Carmen, Carlos y David dos horas muy intensas y muy godas. Encendimos la hoguera radiofónica y volvimos a desmenuzar los misterios de la época visigoda, la cual es clave y definitoria en la Historia de España. Nuevamente la religión, las creencias, la guerra, el arte, la cultura, la ciencia, las tradiciones inundaron el programa. Todo ello acompañados por la sagrada música del canto visigótico-mozárabe de Eduardo Paniagua y el Funeral Visigodo de Neonymus. Y una vez más, el tiempo volvió a pasarse volando y una vez más, se volvieron a quedar temas sin tratar. Pero es que los misterios godos dan para mucho.
Después de casi una década estudiando el pasado visigodo en la universidad y demás estudios superiores, publicando dos libros y trabajando en un tercero, resultaba difícil imaginar hace quince años, cuando por las noches escuchaba fielmente la Rosa de los Vientos de nuestro añorado Juan Antonio Cebrián y disfrutaba de las magníficas tertulias que mantenía con Jesús Callejo y Carlos Canales, que este humilde caballero iba a compartir ondas con Callejo y Canales recordando al maestro Cebrián en sendos programas. La Escóbula de la Brújula ha recogido el testigo y la llama ha vuelto a arder como antaño. Me siento un privilegiado al ser hasta ahora el único invitado que ha repetido en dos programas de La Escóbula. Sólo puedo tener palabras de eterno agradecimiento para toda la familia escobulera.