La primera relación de artes mágicas que tenemos en Toledo la lleva a cabo el propio san Isidoro de Sevilla (565-636 d.C.) en el 4º concilio de Toledo.
Nos encontramos con cuestiones que si bien todavía están algo asociadas a pervivencias paganas y creencias populares de raíz mágica, si resultará altamente significativo tanto por la enumeración y descripción, como la referencia explícita a verdaderos expertos en las Artes Mágicas.
Artes Mágicas señaladas por san Isidoro de Sevilla acerca de Toledo:
- Magos y Maleficios: Turban los elementos y trastornan las mentes humanas. Sin veneno y por la fuerza de sus conjuros.
- Nigromantes: Aparentan resucitar a lo muertos e interrogarlos, invocan las almas de los difuntos, y animan los cadaveres con trasfusiones de sangre, por que los demonios aman mucho la sangre.
- Hydromantes: Invocan sombras en las aguas en las que se comunican con muertos y con demonios.
- Encantadores: se valen de palabras mágicas y conjuros para conseguir sus propósitos.
- Ariolos: Los que se inclinan ante aras consagradas a antiguos ídolos y les hacen sacrificios.
- Arúspices: Observan las cosas futuras en las entrañas de animales sacrificados.
- Augures: Observan las cosas futuras en el vuelo de los pájaros y en sus cantos.
- Astrólogos: Observan las cosas futuras en los planetas y las estrellas.
- Sortílegos: Los que con falsa apariencia de religión echan suertes invocando a los Santos o abriendo al azar cualquiera de los libros de las sagradas escrituras.
- Adivinos: Llamados así por que fingen en arrebatos estar poseídos de la divinidad, si bien los poseen los demonios.
No era sino el siglo V, y ya la Tradición Mágica toledana, parecía ser especialmente fértil…